SOMOS HABITANTE

Somos hijos del mar,
que nos arrastra en sus olas,
y del sol que nos quema,
nos ilumina y nos forja.

Somos la brisa en la piel,
el eco de los tambores,
la sal que habita en los cuerpos,
y el fuego que arde en los corazones.

Somos habitante,
habitantes de este rincón sin fin,
donde el sol y el mar
nos hacen siempre renacer.